Pateando la perra.

Qué podredumbre mas grande esta ciudad.
Qué ramillete de calles apestadas, de tristes putas viejas que se aglutinan en ellas al caer el velo nocturno.
Odio seguir respirando toda esta mierda particularizada día a día. Como si no fuese suficiente ya con lidiar contigo.
Hoy me levanté de malas, con ganas de desquitar mi odio y mi fuerza violenta contra el primer imbécil que se me cruce. No sé que pasa con mis hormonas, salvo que me tienen bastante cagada.
Ja. Respuesta masculina esa, me odié por ello.
Pero quién no esta de acuerdo, quién no siente que hierve como arroz en esta gran caldera/Santiago de chile, junto con otros cinco millosnes de granos más.
Qué gracioso que los de abajos son siempre los que se queman.

Odio a la gente de preguntas y respuestas pelotudas.
Odio que el que está arriba el bus diga chao chao y el de abajo mire para otro lado.
Odio no poder verte todos lo dias.
Detesto que te miren como carne en vitrina. - Eres MI carne -
Pero por sobre todo...

Puta que me carga hacer nada para solucionar mis odios.

Necesito eso que tú me dabas y que se desvaneció como puñado de palabras al viento:

Purificación!