martes, septiembre 21, 2010

- Ahora vas a tener sobre qué componer...

Mi lengua se turba
ante su ego hambriento.
Muda hasta la mirada
hoy seré animal muerto.
Con un triple salto sexual
atraviesa los aros ardientes,
el sagrado profundo
de las pieles incólumes.
Compleja perversión
detona la belleza escondida
desde mis dedos dulces
hasta su boca arrobada.
Muerdo la manzana
descubro el zumo místico
que a sus labios asoma
¿Me hará distinta...?
No, la misma: Camaleónica,
esteparia, salvaje, retórica.
Pero hambrienta como nunca
de su destreza plástica.
Descubierta, extasiada
como el asesino ensangrentado,
como el loco liberado,
drogadicto inoculado.
Fue tu lengua invitación expresa
a los sonidos vedados
a la lujuriosa expresión
de mi costado siniestro;
dejas libre la bestia más obsena
depredador furioso ambidiestro.

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