El primer dia de mis veinte fue frío y lluvioso, como una premonicion de las lágrimas que esta edad me guarda. Lo Huelo. Cambios importantes, el corte del cordon umbilical sin tijeras, a mano limpia. Corro el riesgo de desangrarme. No se qué hacer con esta inesperada adultez. Me muero de nervios, por que de pronto de descubro desnuda de adolescencia y con este traje de persona mayor que siento que me queda grande.
Uf.
Lo siento acercarse...
Quisiera estar lista para recibirlo.
