De nuevo...

El movimiento plástico de su forma masculina
excita la azulina liebre tras el sol de mis ojos.
Ay.

Cómo la calmo, la callo ahora.
Vamos de nuevo!
Y me dejo resbalar por esta estúpida
montaña rusa hecha de los huesos
de mis amantes anteriores.
Ay.

Hablo en serio cuando te digo
que envidio tu inocencia.

Ay!

Mi alma se revuelve intranquila
como león enjaulado
se eriza como un Jazz
sube muere y cae.
Se lame el pelaje
se estira perezosa...
Sabe en quién piensas cuando...
Ay!!!


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Cambiar de Muso no es facil... creo que en este blog están las huellas de al menos cinco amores diferentes, cinco hombres cuyas fantasías me murmuraban al oído todas la expresiones de intensical lexical que me atrevo a transcribir.

Que estúpida se es.

Y aquí voy otra vez, directo al infierno, a quemarme con las mismas lenguas de fuego que me flagelan las plantas de los pies, pero que graciosamente estoy aprendiendo a outilizar para purificarme.

Eso si... La líbido no sé dónde me la guardo.