miércoles, agosto 20, 2008

Reflexión sobre Libertad.

Todo lo que no sé, porqu no sé lo que sé sobre ella.

Libertad. ¿Qué es la libertad? Ni los eruditos más expertos en este tema han podido dar una definición totalmente precisa, que se ajuste a todas las libertades posibles y a todas las distintas prisiones que el hombre crea. La libertad en sí misma no es una solo palabra, no requiere una sola definición. Es un conjunto de acciones, de hechos, de pensamientos.

¿Es libre la persona que está encarcelada, pero cuyos pensamientos no están restringidos por nada ni por nadie, quien está encarcelado por manifestar unos pensamientos, pensamientos que no le han podido arrebatar, y quien se siente completamente libre de ser quien quiere ser, aunque esté preso en una celda?

¿O es el libre quien puede ir a donde quiera y hacer lo que le apetezca, pero bajo unas normas y reglas, prejuicios y creencias, que ni siquiera se plantea, que da por hecho, sin preguntarse si eso es lo correcto, si está haciendo lo que en verdad quiere, o solo aquello que le han dicho que tiene que hacer, lo que es lo "correcto", sin preguntarse lo correcto para quién? ¿Alguien quien, sin estar encerrado en una prisión, son sus propios pensamientos los prisioneros, prisioneros de sí mismo, de la sociedad, de su pasividad en aceptar las cosas sin primero descubrir por qué son así, si está de acuerdo con ellas, analizando sus propios prejuicios que tiene sin saber, las creencias que le han inculcado de pequeño, que él aceptó sin revisarlas de adulto?

¿Quién es el libre, el de mente y espíritu, o el que no está encerrado o coaccionado? ¿Quién es en verdad el prisionero de qué? ¿El que está encerrado, y le privan de la libertad de movimiento, o el que es prisionero de un trabajo, una monotonía, una vida que no le satisface, que le ahoga, y de la que no se puede librar, pues no cree que haya otra alternativa, una escapatoria para huir de su propia vida?

¿Quién ha de excavar un túnel para huir de su prisión? ¿Acaso los dos son libres? ¿O más bien son libres, pero presos de dos prisiones muy diferentes? Me pregunto de qué prisión será más difícil escapar, de la de muros, o de la invisible que no ves y que no sabes que está ahí, que te ahoga y de la que quieres salir, sin saber de dónde, pues no ves ninguna prisión.

¿Acaso alguien es verdaderamente libre? Muy pocas personas alcanzan la verdadera libertad, la de cuerpo, mente y espíritu, porque para muchos significa perder comodidades, lujos, dinero, poder, prestigio y fama, aunque estas cosas no valen nada, carecen del valor que nosotros les damos, las sobrevaloramos, y muchos prefieren perder la verdadera libertad para poder tener todas esas cosas que ellos consideran más importante que una cuestión de libertad en su verdadero significado, y la sustituyen por una libertad ficticia, se engañan a sí mismos para no darse cuenta de la realidad, para creerse felices aunque no lo sean, para no despertar del sueño que han creado.

Muchos, no llegan a despertar a la vida, duermen, soñando con un mundo que no existe. Los sueños existen para que te imagines en un mundo donde seas feliz, un mundo mejor, justo, sin llegar a ser perfecto pero bueno, porque eso sería una utopía que no se podría hacer realidad, porque las personas no somos perfectas, y por eso, el mundo nunca podrá llegar a serlo.

De lo que no se dan cuenta es que si no despiertas, no verás el mundo real, con las cosas buenas que tiene, y no podrás recordar tu sueño de un mundo mejor, y por lo tanto, no podrás intentar cambiarlo, nadie conocerá el mundo que has creado, y solo vivirás mentiras y engaños, sin llegar a ser ni libre ni feliz, porque encerrado en uno mismo, en otro mundo, las cosas buenas que hay en ti mueren, se desvanecen al no salir al exterior, y los buenos pensamientos e ideas se quedan en eso: efímeros e inútiles pensamientos, ensoñaciones de un mundo mejor, un mundo que nunca vas a mejorar, que nunca vas a conocer, sin convertir los pensamientos en acciones y las ideas en hechos.

jueves, agosto 14, 2008

El Costado siniestro




Es un sentimiento demasiado oscuro el que me une a ti.


Porque a pesar de que me haces profundo daño, idiota, te necesito, es como una dependencia masoquista, no sé.
Eres mi vicio de sangre y sarcasmo.
Eres mi nada, mi palacio allá en las nubes.
Todo lo que no me sirve, los reflejos en el agua que se ven pero no se tocan.
Puta, no sé si es el vodka con esa kem extreme que me tiene asi: Más terroríficamente despierta y lúcida de lo normal
Y tengo náuseas.
Y vértigo.

Y esta piel que se extiende sin limites (Y sin dueño, quizás perpetuamente) me tiene harta y mi humanidad generosa (demasiado para mi gusto, secretamente, claro) me enferma.

"Quizás la enferma seas tú" - Dijo.

Si... puede ser, la mezcla rabiosa de rojo enfermo
y ese dorado siniestro me hace alucinar mas pelotudeces de lo acostumbrado.

Quiero que seas prescindible.
Ahora mismo me reconozco adicta a tu piel, muchacho, de la forma mas violenta, mas desgarrada.
Quiereme, ámame con mas fuerza, que mis poros no resisten esta presión.
Violentamente feliz moriría en el fondo de tu éxtasis, imbécil.
Quiero tu debilidad, tu cuerpo frágil para mí y quiero odiarte a fuerza de tanto desearte y amarte.
Quiero volverme prescindible.
Necesito que mañana no recuerdes nada para apaciguar mi consciencia enbravecida como el mar.
Úsame, tienes mi autorización.
- Perdóname.- Dijiste.
¡No! No te perdono. Te busco imperfecto, para que no opaques mi espítiru.
- Me gustas así, como si estuvieras hecha a palos.

... Lo que hiciste después, ya es otro cuento.

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