viernes, junio 04, 2010

La Quiltra está cansada.

¿Qué hago con el Animal hambriento que ronda las jaulas? Insolente como nunca, ruidoso como siempre, viola hasta los pensamientos más vulgares.
Dios libre a mi alma de la sed de mi cuerpo mal trecho, mal tratado, mal trazado, mal parido...
Paroxismo llena mi sangre, se difunde como un escalofrío. Censura el poder se de su aullido liberador de verdades del morbo, supuestos de carne y hueso, de lágrimas y otras sustancias corporales más o menos gratas a los sentidos.
Mi santo baila por dinero, se prostituye por Moneda, se regala a las otras perr No sé cuánto queda. No sé hasta dónde llegaremos con esto.
- Hasta el clímax.
Abandonar la lucha en medio del enfrentamiento…
- Demasiado fácil.
Cárgame hasta donde no lleguen los insultos…
- Yo te insultaré si es necesario. Te enseñaré que no hay procesos, no hay avances. Todo permanece, por las maravillas de la memoria las pesadillas atormentan hasta el último día. Escupe a tu santo tu ladrido, Perra. Muerde la mano que te acaricia, Quiltra.
Soy Loba mestiza, ente canino-roedor. Bestia emancipada de Dios… sola, apartada de la Creación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las quiltras no se cansan, se enmudecen.

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